Los convertidores catalíticos son instalados como parte del sistema de escape, localizados entre el múltiple y el tubo de escape. La superficie interior de un convertidor catalítico está cubierta de materiales especiales -catalizadores- los cuales promueven reacciones químicas adicionales con los contaminantes en los gases de escape y los convierten en sustancias menos nocivas.
Los catalizadores de oxidación hacen uso del exceso de aire suministrado por una bomba, para oxidar los CO y HC -añadir oxígeno- y convertirlos en CO y H O. Los catalizadores de reducción trabajan sin la adición de aire para eliminar los NOx. La combinación de un catalizador de oxidación y uno de reducción en un solo alojamiento -catalizador de doble cama- produce una complicada serie de reacciones químicas que reduce los tres contaminantes. Una desventaja de los catalizadores de doble cama es que dependen de una relación aire-combustible ligeramente rica lo cual aumenta el consumo de combustible.
Para trabajar de forma más eficiente, el convertidor debe estar tan caliente como sea posible. Por esta razón, la mejor ubicación es en el sistema de escape lo más cerca posible del motor que esté permitido. Además de operar a una alta temperatura, las reacciones por sí mismas producen calor. La mayoría de los convertidores catalíticos requieren escudos contra el calor para prevenir la combustión de materiales inflamables debajo del vehículo. Aún así, se previene a los conductores para que eviten estacionar un auto caliente cerca de cualquier material combustible, tal como césped alto u hojas secas.
Ver también
- convertidor catalítico de tres vías